Buscar este blog

LA TUMBA DE LAS LUCIERNAGAS

El bombardero americano dispara su bomba, a varios pies de distancia Seita y Setsuko corren sin rumbo entre las llamas y los lamentos de un Japón devastado por la guerra. Comienza una frenética lucha por la supervivencia. El duro día a día de unos niños que deben luchar ante las adversidades de la batalla.Pensemos por un instante que el tiempo se detiene y ese bombardero desciende. Toma tierra y ve a Seita Y Setsuko sufrir. Contempla como una niña llora porque tiene hambre, como un joven roba para alimentar a esa pequeña cuyas lágrimas no cesan. El americano sigue contemplando como los dos jóvenes pierden a sus seres más queridos. Como están sumergidos en una batalla que tal vez no es la suya.

Las dificultades no cesan, el americano que acaba de bombardear aquella pequeña aldea japonesa se da cuenta que tras esas bombas inútiles hay muchos niños y mujeres que no hacían otra cosa que disfrutar de la vida sin enfundar ningún arma.El americano se pregunta porque ha lanzado esas bombas. Que culpa tenían aquellos pobres hermanos ¿porque hay guerra? ¿porque miles de personas inocentes deben sufrir las consecuencias de esa absurda contienda?
El americano vuelve a subirse a su caza intentado reflexionar acerca de lo que acaba de ver. Acaba de contemplar el horror de la guerra. Busca soluciones donde no las hay y se da cuenta que eso se podía haber evitado. El americano somos nosotros que acabamos de contemplar con lágrimas en los ojos una de las historias más tristes de la historia del cine.


Majestuosa película de Isao Takahata que muestra la crueldad de la guerra. Mostrándonos que el cine de animación también es capaz de emocionar y de hacernos reflexionar. Puedo decir con la boca bien grande que es una de las mejores cintas que he visto. Con una dosis de realismo y tristeza pocas veces alcanzada en la gran pantalla. Imprescindible.
Nota de doycine: 9/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario